08 may 2024 Publicado en: Higiene Visual
Día de la madre

Mayo: El mes de mamá

Mayo es un mes especial para muchas de nosotras, ya que celebramos el Día de la Madre. Un día en el que nos reconocen por todo lo que hacemos por nuestros hijos y por todo lo que damos de nosotras mismas. Sin embargo, más allá de este día en particular, en mayo también nos gusta recordar la importancia de cuidar de nuestra salud visual, especialmente durante el embarazo y la lactancia. Y es que, como madres, sabemos que necesitamos estar lo mejor posible para poder brindarles a nuestros pequeños todo lo que necesitan.

Durante estos períodos, nuestros cuerpos pasan por muchos cambios, y uno de los aspectos que a menudo no se menciona con tanta frecuencia es cómo puede verse afectada nuestra visión. Desde el embarazo hasta la lactancia, nuestros ojos pueden experimentar ciertas transformaciones que, aunque temporales, pueden generar incomodidad o incluso complicaciones. ¿Sabías que el embarazo puede generar fluctuaciones en la visión debido a las hormonas que están alterando el equilibrio de tu cuerpo? Esto puede causar que tus lentes ya no te queden como antes, que sientas visión borrosa o que tu enfoque sea un poco más difícil de lo habitual.

Por otro lado, durante la lactancia, tus ojos pueden volverse más secos y, en algunos casos, puede aparecer una sensación de fatiga ocular debido a los cambios hormonales. Estos cambios, aunque sean temporales, pueden ser algo frustrantes y generar desconcierto si no estamos preparadas para ellos. Así que, ¿qué hacer para mantener una visión clara y saludable mientras navegamos por esta etapa tan hermosa, pero también tan desafiante?

Cómo una buena visión es clave para cuidar de tu bebé

El bienestar de nuestros hijos es nuestra prioridad, y la visión es un aspecto clave en el cuidado diario. Desde los primeros días, somos responsables de una serie de tareas que requieren de nuestros ojos al 100%: desde el momento en que damos de amamantar hasta las noches sin descanso, cuando estamos atentas a cada movimiento del bebé. La visión clara es fundamental para poder realizar estas actividades con eficacia y sin inconvenientes.

Cuidar de tu bebé implica no solo estar atenta a sus necesidades emocionales y físicas, sino también tener la capacidad de reaccionar rápidamente a cualquier situación que surja. ¿Te imaginás intentar cambiar un pañal o preparar la mamadera sin poder ver correctamente? Es fácil ver cómo una pequeña alteración en nuestra visión puede hacer que estas tareas se conviertan en un reto innecesario.

Mantener tus ojos saludables es más importante que nunca. Hacer un chequeo regular con un especialista y estar atenta a cualquier cambio que puedas notar en tu vista durante el embarazo o la lactancia es esencial para prevenir problemas mayores y garantizar que tu visión siga siendo clara y funcional.

La importancia de contar con varias alternativas

Además de cuidar de la salud visual, es fundamental pensar en las opciones que tenemos para asegurarnos de que nuestra visión no nos falle cuando más la necesitamos. A veces, con tanto ajetreo, nuestros pequeños pueden ser un poco traviesos. Y si hay algo que sucede con frecuencia, es que tus lentes de contacto o anteojos pueden desaparecer, romperse o incluso ser ocultados en algún rincón de la casa por un niño curioso. En estos momentos, tener más de una alternativa a mano puede ser una verdadera salvación.

Contar con varios pares de anteojos, o incluso con lentes de contacto, te dará la flexibilidad necesaria para mantener tu visión óptima sin tener que interrumpir tu rutina diaria. Además, los lentes de contacto son una excelente opción cuando prefieres no usar gafas durante ciertos momentos del día, como cuando estás haciendo deporte o simplemente cuando prefieres no tener que ajustarlos constantemente. Es importante tener un plan B para esos momentos de emergencia, cuando el estrés de la maternidad también incluye buscar desesperadamente tus lentes.

Recordá también que si usás lentes de contacto, es fundamental seguir una rutina de cuidado adecuada para evitar cualquier tipo de irritación ocular, especialmente durante el embarazo y la lactancia, ya que tus ojos pueden volverse más sensibles. También es recomendable contar con un par adicional de anteojos de repuesto, para esos momentos en los que los lentes pueden romperse o no estar disponibles de inmediato.

Un consejo para ti como madre: Cuidate a ti misma también

Como madres, tendemos a poner las necesidades de nuestros hijos por encima de las nuestras, y aunque es absolutamente natural, es importante recordar que nuestro bienestar también es clave para cuidar de ellos. Si no nos sentimos bien, si no tenemos la energía suficiente o si nuestra visión no está al 100%, las tareas diarias se vuelven mucho más difíciles.

Así que este mayo, mes de las madres, aprovechá para hacer una pausa y pensar en tu salud visual. Realizate un chequeo, evaluá tus opciones y asegurate de que, incluso en los días más ajetreados, tenés todo lo necesario para cuidar de ti misma y de tu bebé.

Tu visión es un regalo que merece ser cuidado y valorado, no solo para que puedas ver el mundo, sino también para que puedas disfrutar plenamente de cada momento con tu hijo.

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